martes, 14 de septiembre de 2010

RESEÑA

José I. Delgado Bahena

Atravesado por la barranca que lleva su nombre, con una corriente de agua que sale de la presa de Tepecoacuilco y desemboca en la laguna de Tuxpan: El Tomatal, es una comunidad que pertenece al municipio de Iguala y se localiza hacia el este de la ciudad, en la salida hacia Acapulco.
Se sabe que el asentamiento humano de este pueblo se dio, originalmente, en un lugar llamado Tepalcajotes, ubicado en la parte oriente de lo que ahora es Tomatal (al otro lado de lo que conocemos como “el alhajado”).
Se dice, además, que durante la guerra de independencia, los habitantes abandonaron el lugar siguiendo a la Sra. María (apodada “María la rica”) a quien le habían matado a su único hijo.
Con el paso de los años, la comunidad fue creciendo y los habitantes eran trabajadores de un tal señor Montufar, que vivía en Tepantlán y era hacendado, dueño de un total de 6000 hectáreas.
En el año de 1921, se da el reparto de tierras y se funda el ejido de El Tomatal el 19 de febrero de ese año.
Cuentan los más viejos (que son los que más saben), que el nombre tiene su origen en el lugar conocido como “el pozo de los amores”, y se dice que había un plantío de tomate, regado por las aguas de este manantial, de ahí el nombre de Tomatal, y muchos visitantes afirman que el tomate verde, que aún se cultiva en estas tierras, tiene un sabor especial, distinto.
El entomatado, el clemole verde o la salsa de molcajete, son platillos riquísimos para el paladar si se elaboran con este tomate. Por ello, Tomatal significaría: “Lugar que es origen del tomate de cáscara”.

“Los ancianos se reunieron
y no hubo qué alegar:
esta tierra del tomate,
Tomatal se ha de llamar”.

Se cuenta, además, que por estas mismas fechas, los habitantes de Tomatal, al ver la escasez de lluvias, solicitaron a los vecinos de Tepecoacuilco que les prestaran la imagen de Padre Jesús, que ellos tenían en su templo, para traerla y venerarla con el propósito de que hiciera el favor de que lloviera en nuestras tierras para, posteriormente, devolverla. Pero, después de haber tenido a la imagen un mes aquí, en la comunidad, y tratar de llevarla a Tepécoa, a entregar; al llegar a la barranca, y después de haber descansado un poco, al intentar cargarla para reiniciar el camino, ya no pudieron levantarla pues se tornó muy pesada. Sin embargo, al decidir regresarla a Tomatal, la levantaron con facilidad de manera que decidieron que la imagen se quedara en el pueblo y desde entonces es el santo patrón del lugar.

Sin embargo, lo verdaderamente valioso del pueblo es su gente. Aquí encontramos campesinos, taxistas, meseros, médicos, maestros, comerciantes; todos dedicados a sus labores con respeto y laboriosidad. Y se han construido personajes que el pueblo nombra en sus pláticas vespertinas en las calles de los barrios:
“En la tienda de don Chano,
donde siempre venden pan,
llega la gente y pregunta
si es de don Chucho
el pan que van a comprar,
si les dicen que es de Iguala
no lo compran, y se van”.

“Es don Poncho, el carnicero,
hombre de buen corazón,
despacha completo el kilo
y les echa su pilón”.

Valiosas son las tradiciones y ricas las costumbres que la gente de El Tomatal se ha preocupado por conservar. Durante el año, son varias las festividades que se llevan a cabo en el pueblo, pero dos son las celebraciones que se realizan con mayor regocijo, por tener la visita de las familias de otras comunidades vecinas: la del 22 de septiembre que se le dedica a la Santa Cruz y la del Segundo Viernes de Cuaresma.

“Llegan amigos de Tuxpan
a disfrutar de la fiesta,
de Tepochica, de Iguala,
los Deloya de Tepécoa;
a los bailes de Tomatal
por los caminos se acercan”.

Estas fiestas se llenan de alegría con los jaripeos, las danzas (“Los moros”, “Los tecuanes”, “El baile del alma”); así como la tradicional quema de toritos y castillos de fuegos pirotécnicos; sin olvidar, por supuesto, la del histórico 16 de septiembre, con la quema de una tortuga enorme que los ciudadanos elaboran con carrizo y papel, y que, antes de ser quemada, acompaña al desfile de la reina de las fiestas patrias; los muchachos la “torean” y es la diversión durante el recorrido. Se festeja nuestra independencia, además, con la escenificación de este hecho heroico en la que los mismos habitantes de El Tomatal interpretan a los personajes de esta etapa de la historia de México.
Para hacer más lucidas las festividades de la Independencia de México, cada año se elige a la soberana de las Fiestas Patrias que además de belleza, debe tener otras habilidades artísticas y culturales para ser digna representante de la juventud de la comunidad. Entre las que se tienen registradas, figuran las siguientes:
REINAS DE LAS FIESTAS PATRIAS DE TOMATAL

1952……Carmen Reyes Orduña
1983…… Yadira Ramírez Valdez
1989……María del Rocío Taboada Evangelista
1991……María Elena Pilo Reyes
1992……Elsa Evangelista Bahena y Sra. María Elvia Sandoval Bahena (empate)
1993……Rubí Delgado Evangelista
1994……Gloria Sánchez Benítez (qpd)
1995……Josefina Salas García
1996……Fabiola Morales Ocampo
1997……Fátima Guadalupe Bahena Abarca
1998……Erika Piedra Méndez
1999……Cindy Rubí Dirzo Rivera
2000……Adriana Reyes Deloya
2001……Laura Elena Porras Ortiz
2002……Nayeli Reyes Gonzales
2003…....Cinthiya Yamillet González Cristobal
2004……Wendy Piedra Evangelista
2005……Diana Berenice Figueroa Piedragil
2006…… Karla Ivette Falcón Peralta
2007……Marleen Mejía Gil
2008…….DianalÍí Bahena Bahena
2009…… Ivette Nataly Bahena Sandoval

Además, esta comunidad es recordada en los episodios revolucionarios porque aquí fue fusilado el general zapatista Epifanio Rodríguez, y todavía existe un pequeño obelisco, mal cuidado y casi destruido, que da fe de este hecho.
Típicas del pueblo, son las tradiciones de las “puchas” (panes azucarados en forma de aros) que el novio, con la colaboración de amigos, vecinos y familiares, obsequia a la novia como muestra de agradecimiento de que haya aceptado casarse con él; y la del “jarro” que la familia de la novia, con apoyo del pueblo, regala a los recién casados. Para esto, los familiares elaboran un guacal* con los tallos del acahual**, una planta que crece y adorna los campos en la temporada de lluvias, y lo llenan de trastos, escobas, ropa y algunos animales que los amigos y vecinos del pueblo obsequian a los nuevos esposos.
En El Tomatal, la gente es muy fiestera, pero también muy participativa cuando se trata de luchar por el beneficio social. Un ejemplo de esto fue la gran unión que existió por parte de todos los ciudadanos para expulsar al prestador del servicio de transporte que venía actuando con menosprecio, sin apoyar en las obras que se hacían en la comunidad, y así nació la Cooperativa de Transporte “El Triunfo de Tomatal”, que se formó por los mismos habitantes del pueblo. Así mismo, por el crecimiento de la comunidad y la formación de barrios, se hicieron palpables las necesidades de luz, agua potable, escuelas, carreteras, un puente, etc., que con el paso de los años y la iniciativa de algunas personas se hicieron posibles.

Todo esto, y más, es El Tomatal: igual a sí mismo y diferente a cualquier otro. Gente de fiestas con sus barrios populares: “Juanacate”, “La Chancla”, “La Colonia”, “Los Amores”, “El Centro”, “La Palma”, “Guadalupe”, “El Rincón”, Etc.



“En Tomatal hallarán,
además del tomate fresco,
el pozole y cochinita,
que tienen fama en el pueblo;
pero lo más importante:
encontrarán gente noble
que los espera, generosa,
y con los brazos abiertos”.

***

*Guacal, del nahua wacalli, angarillas: Can., And., Col., Méx. y Venez. Especie de cesta o jaula formada de varillas de madera, que se utiliza para el transporte de loza, cristal, frutas, etc.

**Acahual, del nahua acahualli: Especie de
girasol, muy común en México.